sábado, 30 de mayo de 2015

La Orquesta de Laúdes Conde Ansúrez cierra la XVI Muestra de Música de Plectro




«¿Qué significa la música?» ¡Vaya una incógnita! María Ángeles Porres Ortún lanzaba la cuestión a eso de las 8 media de la tarde del 13 de mayo, desde el altar de la Iglesia de San Miguel y San Julián. Sobre algo tan subjetivo, tan dependiente del gusto, bien pudieran tenerse innumerables visiones, diferentes en cada individuo. Al menos, para una maestra, exdirectora de conservatorio y veterana de la política municipal y regional como ella, sí hay algo claro: que es una gran herramienta “para la integración y la formación”; algo muy “importante” en la vida de las personas, puesto que “gracias a ella, sentimos mucho más”.


Porres exponía sus reflexiones ante los asistentes que abarrotaban el templo a esas horas. Era una gente que buscaba, allí congregada, recibir una de esas vitales dosis de música tras su discurso introductorio: en concreto, la de las púas al rozar las cuerdas. Porque lo que se disponía a acontecer era la clausura de la XVI Muestra de Música de Plectro “Ciudad de Valladolid”, con la Orquesta de Laúdes Españoles Conde Ansúrez ya en el escenario, lista para deleitar a su fiel audiencia una vez más.

Es la decimosexta ocasión que la Orquesta participa y organiza (como asociación cultural que también es) en la que es ya una de las pocas citas consolidadas en España dedicadas a instrumentos de plectro. Unas jornadas que se celebran cada primavera desde 2000 y que son casi tan veteranas como la propia organización, fundada en 1996, y a punto de cumplir dos decenios en el estudio y divulgación de tan castizos instrumentos. La Muestra de este año la han conformado siete conciertos en total, todos celebrados a la misma hora en la Iglesia de San Miguel y San Julián, y distribuidos en su mayoría los fines de semana desde el 25 de abril hasta el 10 de mayo (uno cada sábado y cada domingo), a excepción del de clausura, que tuvo lugar en miércoles. Fue este el único de ellos protagonizado por la Orquesta anfitriona, siendo el resto fruto del trabajo de las agrupaciones invitadas, cuatro españolas y de dos internacionales: en concreto, el Trio Arekipe (de Venezuela, Colombia y Francia), el Grupo de Fado Académico de la Universidad de Oporto (de Portugal), la Orquesta de plectro y guitarra de la Región de Murcia, la Orquesta langreana de plectro (de Asturias), la Orquesta de pulso y púa “Villa de Chiva” (de Valencia), y la Agrupación Musical “Albéniz” (de Cantabria).

Lejos del prejuicio de algún que otro nuevo interesado, y pese a emplear armamento similar, las maneras de este tipo de formación musical distan mucho de las de una típica tuna universitaria. En el caso específico de la Conde Ansúrez, bajo la dirección de Antonio Borja, la Orquesta prepara e interpreta, casi siempre sin coste directo para el espectador, piezas de “diferentes géneros, estilos y épocas” —como informan ellos mismos—, mucho más allá de los manidos Clavelitos. Sus dieciséis miembros se valen para ello no solo de laúdes, sino también de bandurrias, guitarras y bajos acústicos, con los que han tocado las ya más de cien piezas que componen su repertorio. Si bien algunas de ellas son composiciones originales para estos instrumentos, lo cierto es que buena parte del tiempo de ejecución ante el público se completa con obras pensadas para otros; una práctica que hace de la Orquesta una experimentada adaptadora, en especial, de la cuerda frotada a la pulsada.






El 20 de diciembre de 2014, en el más reciente de los conciertos Preludio de Navidad que la Orquesta Conde Ansúrez ofrece a finales de año, la misma introductora de esta última ocasión, Ángeles Porres, destacó en su saludo la importancia de actos como estos de cara a promocionar los instrumentos de plectro como una opción musical más, subrayando, asimismo, la presencia de piezas clásicas utilizadas en el cine o la televisión entre las que la orquesta interpretaría aquella noche. No cabe duda de que una de las mejores formas de conectar con el público es ofreciéndole melodías que le son agradables y conocidas, y seguramente sea por ello que siempre entra en los programas alguna que otra pieza que encaje en la definición. El programa del concierto final de la XVI Muestra incluyó, por ejemplo, un triplete de tangos sonados: Libertango (Astor Piazzolla, 1974), El choclo (Ángel Villoldo, 1903), y Por una cabeza (Carlos Gardel, 1935); este último, sin ir más lejos, utilizado por Seat en 2009 en un anuncio de TV. La sesión dio comienzo con el concierto para mandolina RV558 de Antonio Vivaldi, con tres movimientos, al que siguieron otras diez piezas en el programa, más dos de cortesía para los más adeptos.

El agradecimiento de la audiencia nunca se hace esperar con una buena selección de obras y una fabulosa interpretación. Los miembros de la Orquesta —con especial mención a los solistas de guitarra y a su concertino de 16 años, Guillermo López de la Mano, uno de los integrantes más jóvenes— lograron de nuevo cautivar a los presentes con el sonido de su maestría y precisión, al son de temas variados, algunos con marcado acento español, ligeros o contundentes, que arrancaron siempre el aplauso del público. Un sonido cristalino, como secuencias de tonos que intermitentemente resemblaban la lluvia de la tormenta o la calma del agua que desciende el arroyo; como melodías que, entre guitarras y bajos, a veces se desvanecían, pero siempre dejando un delicado regusto musical. Tan cerca de la belleza, es aún motivo de especulación si el atril de primera fila que cayó al suelo del escenario, al término del concierto, lo hizo por algún golpe accidental, o porque cayó rendido a los pies de los músicos.



Con todo, la Orquesta de Laúdes Españoles “Conde Ansúrez” brindó a cualquiera que se acercara una nueva oportunidad para conocer esa “música olvidada”, apartada de lo comercial, con la peculiaridad y encanto añadidos que conlleva ver hacerlo desde el prisma de la tradición y de la vocación de continuidad. La iniciativa de este y de grupos similares, más allá de ofrecer disfrutes puntuales al interesado, resulta fundamental para mantener la vigencia de estos instrumentos, ya sea mediante sus reivindicaciones —promueve la creación de una Cátedra específica para instrumentos de plectro— o su función de cantera. Porque, ¿quién sabe si el pequeño hijo del director, de dos añitos, que ya apareció en escena, será el siguiente miembro? Si así fuera, esté tranquilo: hay plectros y Conde Ansúrez para rato.



M. Pérez



Para más información, consulte el sitio web de la Orquesta de Laúdes Españoles “Conde Ansúrez”, www.orquestacondeansurez.es, y su perfil en Facebook, facebook.com/OrquestaCondeAnsurez

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